Antoni Nicolau: «con la denominación de cultura talayótica agrupamos a arquitecturas distintas que se van sustituyendo unas a otras»

El Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid estrenó el pasado 27 de octubre la exposición «Arquitectura talayótica en la prehistoria de Menorca», que podrá visitarse en la sede de Alcalá de Henares hasta el próximo 8 de enero de 2017. Mediterráneo Antiguo se ha querido acercar a los contenidos de la muestra a través de Antoni Nicolau, uno de los comisarios de la exposición junto con Elena Sintes.

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Círculo. Autor: Dbòlit

Pregunta – ¿Qué caracteriza y cuándo podemos datar a la cultura talayótica?
Respuesta – Llamamos cultura talayótica desde un punto de vista divulgativo a un amplio período: toda la Prehistoria de la isla de Menorca. Incluimos con este nombre a períodos en los que no hay talayots, pero el uso de este término se ha popularizado. Se extiende desde el 1200 a.C. hasta la ocupación romana. A su vez hay una serie de divisiones: la primera fase es el período dolménico, con un poblamiento muy disperso. En una segunda fase nos encontramos navetas de habitación, poblados cuyas casas están construidas en forma de nave invertida. Un tercer período, que sería propiamente el período talayótico, en el que aparecen muchos monumentos troncocónicos llamados talayots, de diferentes funciones. Esto iría evolucionando hasta el post-talayótico o talayótico final, donde los elementos más importantes serían las taulas o poblamientos en círculo. Uno de los rasgos que caracterizan a este período es la exclusividad. En Mallorca hay talayots, pero no navetas y taulas. Y, por otro lado, la densidad, más de 1000 yacimientos declarados en la isla de Menorca.

Pregunta – ¿Se ha comprobado si existe alguna relación entre esta cultura, los nuraghes sardos y los megalitos malteses?
Respuesta – Hay muchos estudios, incluso las primeras tesis al respecto los engloban dentro de una misma manifestación cultural y una misma cronología. Cada vez se va avanzando más. Las teorías expansionistas entran más en crisis por la puesta en relieve de la particularidad de cada una de estas culturas. Sabemos que estas sociedades generan sus propias formas culturales y formas arquitectónicas, aunque hay elementos comunes, lógicamente.

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Recinto de taula. Autor: Dbòlit

Pregunta – ¿Qué se sabe del colapso de esta cultura y qué elementos pueden rastrearse en períodos posteriores?
Respuesta – Realmente no hay un colapso. Con la denominación de cultura talayótica agrupamos a arquitecturas distintas que se van sustituyendo unas a otras. Una de las características que ya comentábamos es la densidad, pero otra es la presencia en el paisaje. Hay más de 300 talayots levantados. Los poblados de época del talayótico final son usados en época romana y en época islámica. El gran cambio de patrón de población en Menorca se da con la conquista cristiana, en el siglo XIII. Por supuesto que en época romana e islámica se fundan ciudades y se produce concentración en medio urbano, pero en muchos de los yacimientos que se han investigado se han encontrado testimonios de haber sido usados en estas épocas. No hay colapso repentino.

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Figura de toro. Poblado talayótico de Torralba d’en Salort. Museu de Menorca.

Pregunta – ¿Qué destacaría de la exposición?
Respuesta – En la exposición vemos una selección de los mejores objetos del Museo de Menorca, que se encuentra en Mahón, y del Museo Municipal de Ciudadela. El Museo de Menorca está en proceso de transformación y han podido viajar piezas que de otro modo no habrían podido ser expuestas nunca. Del Museo de Ciudadela nos han cedido también piezas muy interesantes. La colección es pequeña, puede ser vista en media hora, pero con los objetos más representativos del momento. Otro rasgo interesante es el que se plantea a la hora de tratar de explicar la historia de la arquitectura de un período tan largo, lo que obliga a utilizar recursos como la fotografía; las ilustraciones, algunas de ellas magníficas, y las maquetas, que permiten una visión más espacial. Gracias a ello podemos recrear estos monumentos en su época de pleno funcionamiento.

Autor

Mario Agudo Villanueva