Asclepio: el irreprochable sanador

Presa de una suerte de voyeurismo religioso, disfruto mientras observo los devotos comportamientos de las personas que se acercan a los grandes santuarios de la fe, sean de la religión que sean. Mi sesgada mirada filohelena escruta en estas prácticas señales que nos conecten con la Antigüedad. A veces, reconozco, de forma demasiado romántica. Otras,…